viernes, 21 de octubre de 2011

La droga de la ingenuidad

Viernes 21 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa

Por Wilbur Ricardo Grimson |


En el actual debate sobre el derecho de los ciudadanos a consumir drogas se suele caer en posturas de cierta ingenuidad, como si se tratara de debatir un problema relacionado con una ingesta alimentaria de vitaminas que alguien quisiera controlar. En realidad, una sociedad está obligada a restringir en la medida de lo posible una conducta tóxica que arriesga las condiciones de salud de la población.

Además, el consumo resulta motorizado del otro lado por un esfuerzo empresario descomunal que lo instala en la cultura de la época mediante una gran manipulación de la información, que se difunde de manera incesante y con el propósito de lograr adhesión en forma de una tolerancia social alta. Se propone a veces facilitar la alteración química de los estados de conciencia de una persona como si se tratara de un crecimiento de sus capacidades, un valor agregado a sus esfuerzos personales, un atravesamiento de barreras, límites, logro de éxitos, etc.

El recorte del debate busca desligar esta situación personal de lo que algunos llaman "los esfuerzos de un imperio subterráneo" para vincularla a los derechos individuales y su ejercicio en privado. Pero las drogas traspasan los planteos individuales porque se extienden a capas numerosas de la población y desarrollan su principal extensión en reuniones multitudinarias, públicas, de alto costo.

Es ahí donde desaparece la noción de riesgo -sustituida por la idea de estar ejerciendo el derecho a drogarse- y donde se producen los múltiples accidentes ligados al descontrol del consumo de alcohol y drogas de los que dan cuenta nuestros hospitales públicos, en especial los fines de semana.

Ante esta situación, el país carece de una política de salud que se haga cargo de esos accidentes que exceden la capacidad instalada de nuestros hospitales públicos. En consecuencia, el argumento de que se quiere canalizar el problema como un fenómeno ligado a la salud carece de sustento. No hay capacidad de atención de estos casos en el área de salud, ni se los acompaña, una vez registrados, de un cuidado básico. Debe saberse que hay alta probabilidad de que la persona que ha abusado de las drogas vuelva a hacerlo; por lo tanto, debería derivárselo, una vez superada la emergencia, a una consulta médico-psicológica adecuada.

Si en la década del 90 se había avanzado en este sentido en la provincia de Buenos Aires con la creación de Fonodroga y su red de derivación a los centros preventivos asistenciales, hoy el sistema está debilitado, en crisis, y no se le conoce la eficacia de otros tiempos ni su agilidad ni su disponibilidad.

Antes había una barrera de contención del fenómeno a través de consultas, orientaciones y derivaciones. Se evaluaba la posibilidad de tratamientos ambulatorios que hoy se quieren aplicar por capricho. Se recurría a las internaciones en caso de ser necesario. Pero la tan mentada salud ha sido dejada de lado en el campo institucional y no se la aprecia ni en la ciudad de Buenos Aires ni en la provincia. Ha sido reemplazada por la acción social, que no da cuenta de las múltiples dimensiones del fenómeno. ¿Acaso puede pensarse que desde la acción social se puede abordar la totalidad de alguna enfermedad?

Ante esto se impone la necesidad de volver a barajar y repartir las responsabilidades en forma eficaz. En cambio, vimos durante la campaña electoral que se definía la liberalización del consumo como un avance contra el narcotráfico. Nadie que conozca la realidad creciente del narcotráfico puede respaldar este mensaje, que los narcos aplaudirían. Menos cuando se lo acompaña de carteles que llaman a "portarse mal".

Aplicando el beneficio de la duda, prefiero creer que a esta postura la mueve la ingenuidad, aunque no estamos ya en la edad escolar de proponer portarse mal a nuestros compañeros.

Sostengo que es ingenuo pensar que hay derecho a drogarse sin conocer los riesgos. Y actualmente no hay suficiente prevención que los informe. En consecuencia, se desconocen los daños que revelan los accidentes mencionados, que ocurren todos los fines de semana.

Es ingenuo sostener que es un problema de salud, cuando la salud pública no ha llegado a anoticiarse de que en este campo le corresponde actuar.

Es ingenuo decir que hay solución a este problema creciente con tratamientos ambulatorios que demandan mucho tiempo y muchas veces se aplican a casos que necesitan internación.

Es ingenuo desconocer las muertes de Janis Joplin, Jim Morrison, Amy Winehouse, Olmedo, Juan Castro y tantos otros desconocidos que habitaban nuestras zonas marginales.

Es ingenuo no promover acciones sistemáticas de prevención educativa en todos los niveles. Y es ingenuo hablar del derecho a consumir cuando, para amplios sectores, se trata de sobrevivir drogándose para mitigar el hambre y el abandono.

© La Nacion
El autor, médico psiquiatra, fue secretario de la Sedronar y preside la Fundación de Prevención Social .

viernes, 14 de octubre de 2011

Texto basado en el documento surgido y aprobado por organizaciones sociales participantes de la Comisión Jurídico Legal del Encuentro Nacional de Goya, realizado el 30 de septiembre y 1º de octubre de este año; y ratificado luego por organizaciones que no estuvieron ni en la comisión ni en Goya pero que asistieron al Seminario en Diputados.

Las actuales leyes que brindan herramientas para la protección de los adictos y sus familias, no son cumplidas por los jueces.

En este marco no obstante se avanzó en la sanción de la Ley de Salud Mental y se presentaron nueve proyectos que legalizan, en los hechos, diferentes aspectos e instancias de la producción, distribución y comercialización de estupefacientes.

Estos cambios desprotegen al adicto, a los familiares de los mismos como así también a nuestra sociedad que es víctima de la inseguridad.

Representan la violación de los principios y garantías establecidos en el Convenio Internacional de los Derechos del Niño y un atropello a los pactos internacionales de Derechos Humanos suscriptos por la Nación, como el pacto de San José de Costa Rica.

También representan una violación a las Convenciones de Estupefacientes firmadas por Argentina en la ONU.

Ante el aumento y naturalización del consumo de drogas en todos los segmentos de la población y la constatación de casos de niños adictos en algunos casos hasta de cinco años, las organizaciones civiles, grupos de familiares, padres preventores y adictos recuperados suscribimos los puntos a continuación detallados.

1 – NO A LOS PROYECTOS DE LEGALIZACIÓN DE DROGAS

No estamos de acuerdo con la despenalización de la tenencia simple de drogas. En Argentina el consumo de drogas está despenalizado desde 1988 y la Ley 23.737 brinda herramientas de protección al adicto que desde hace varios años han dejado de ser puestas en práctica por los jueces.

La medida educativa y la medida curativa, ambas establecidas para cuidar de nuestros hijos, no son cumplidas por los jueces. Una investigación del Observatorio de Drogas de la Nación muestra que sólo el 1,3% de los casos de adictos con tenencia simple de drogas han recibido la asistencia bajo costo del Estado prevista en la Ley 23.737

La adicción es una enfermedad crónica donde el adicto no domina su voluntad, y muchas veces delinque o se violenta con su familia para conseguir dinero y continuar consumiendo. El manual de diagnóstico psiquiátrico DSM 4 confirma y describe las conductas que surgen de esta enfermedad.

Necesitamos que los jueces hagan cumplir la ley 23.737 en todos sus términos y realicen una interpretación de las leyes con una visión social ya que nos niega en la actualidad la internación compulsiva de nuestros familiares.

2 – NO A LA LEGALIZACIÓN DEL CULTIVO DE MARIHUANA Y DE LOS INSUMOS PARA SU PRODUCCIÓN Y CONSUMO.

En toda la Argentina las llamadas “organizaciones cannábicas” están enseñando a cultivar marihuana a los chicos sin importar sus edades. Las encuestas realizadas por la Red de Madres Por La Vida da cuenta de que el 70% de los adictos al paco iniciaron su consumo de drogas ilegales con la marihuana.

Esta marihuana en la actualidad no tiene nada de natural. Más de docientas especies se venden en el mercado. Semillas transgénicas manipuladas genéticamente para conseguir mayor concentración de THC aumentando la cantidad de estupefaciente que puede producir cada planta hasta en 20 veces.

Ante las multimillonarias ganancias y expansión del mercado del narcotráfico pedimos tanto al gobierno nacional como a la oposición luchar contra el mismo con todas las herramientas que dispongan.

3 – INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY DE SALUD MENTAL.

Dicha ley nos quita una herramienta fundamental para la protección de nuestros hijos adictos, al prohibir o trabar fuertemente en los hechos la internación compulsiva, estableciendo una serie de condiciones burocráticas que atentan contra la salud de los adictos.

El adicto no puede hacer uso del ejercicio de su derecho. Los chicos pierden la voluntad, son dependientes y esta ley los deja fuera del sistema de atención sanitaria que el Estado tiene la obligación de garantizar.

Consideramos también que esta Ley de Salud Mental representa un “abandono de persona” al impedir el libre cumplimiento del Artículo 482 del Código Civil que establece el recurso de “protección de persona” para lograr la internación y tratamiento de niños, adolescentes y jóvenes.

Esta herramienta con la que contábamos familiares y organizaciones civiles está derogada en los hechos. Necesitamos que los jueces den cumplimiento a la misma.

La falta de una visión social en sus decisiones y la burocracia de las mismas hacen peligrar las posibilidades de recuperación de nuestros hijos en tratamientos gratuitos.

Esta ley también impide la creación de nuevos espacios de tratamiento para adictos. Una contradicción total ante el aumento de consumo de drogas y la ya existente sobredemanda de las 6.000 plazas de tratamientos existentes en el país.

4 – NO A LAS PROPUESTAS JURÍDICAS DE “REDUCCIÓN DE DAÑOS”

La “Reducción de daños” repite los mismos mecanismos de la codependencia al considerar al adicto como una persona incapaz de desarrollar herramientas propias que lo lleven a alcanzar una situación personal de florecimiento que lo libere de la dependencia a las drogas.

Estas supuestas medidas terapéuticas sólo pretenden perpetuar en el tiempo al cliente del narcotráfico, ya sea legal o ilegal. Creer en el hombre es confiar en su capacidad de redimirse aún de sus peores miserias.

Los miles de casos de adictos recuperados que pululan en el país dan testimonio de que, a pesar de ser una enfermedad crónica, ellos pueden rehabilitarse de las adicciones y construir proyectos de vida libre de drogas.

Los familiares de los adictos “enfermos” no consideramos que llevar a los mismos a un tratamiento para su recuperación implique atentar contra su libertad y sus derechos. La realidad que vivimos nos muestra que los adictos no viven en libertad sino todo lo contrario: esclavizados por la adicción.

La llamada “reducción de daños” fomenta la enfermedad.

NOSOTROS LUCHAMOS PÒR LA VIDA.

Pedimos a nuestra Presidenta, a los senadores, diputados, jueces, organismos de Derechos Humanos, que sea analizada en profundidad nuestra problemática.

jueves, 13 de octubre de 2011

La senadora Corpacci recibió pedidos de no legalizar la tenencia y la producción

13 octubre, 2011

El documento elaborado por organizaciones sociales de familiares y adictos recuperados del país fue presentado anteayer miércoles a la senadora nacional y gobernadora electa del Frente para la Victoria, Lucía Corpacci. Las ONG solicitaron no legalizar la tenencia de drogas, el cultivo de marihuana y la comercialización de insumos para su producción y consumo.
Las organizaciones sociales, grupos de padres preventores y de familiares y adictos recuperados de diferentes provincias argentinas, se reunieron a finales de septiembre en la ciudad correntina de Goya.
Allí elaboraron un Documento que solicita mayor contención de adictos por parte del Estado, poner en marcha la lucha contra la oferta de drogas, y elaborar campañas de prevención comunitaria contra las adicciones.
“Como país debemos dar cumplimiento a las garantías establecidas en la Convención Internacional de los Derechos del Niño que estipula su derecho a crecer y educarse en contextos libres de estupefacientes y de las influencias del narco” dijo Mirian González Fleitas, magister en Drogadependencias y titular de la ONG catamarqueña Luz de Esperanza que hizo entrega del petitorio a la gobernadora electa de su provincia, Lucía Corpacci.
Desde La Rioja, Gabriel Genri, delegado de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, valoró el gesto de la senadora Corpacci y deseó que el trabajo en común realizado con ONG catamarqueñas pueda plasmarse como una política de estado entre ambas provincias a partir de la asunción de la gobernadora electa.
El Documento de Goya fue presentado el 6 y 7 de octubre en el Congreso Nacional. El día 6 asistieron a escuchar las necesidades de las víctimas del narcotráfico el secretario de Estado Ramón Granero, titular de la SEDRONAR; el defensor de Menores, Atilio Álvarez; Eugenio Burzaco, jefe de la Policía Metropolitana; el juez federal Claudio Gutiérrez de la Cárcova, el senador brasileño Magno Malta, junto a los doctores Guillermo Serpa Guiñazú y Wilbur Ricardo Grimson.
“Nos están matando a los pibes, nos van a tener que escuchar, porque nosotras nunca vamos a bajar los brazos” dijo María Rosa González, un emblema nacional desde que las Madres de Pañuelos Negros salieron a marchar en Plaza de Mayo.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Goyanos muestran gigantesca bandera contra las adicciones frente al Congreso


La Dirección de Juventud de la Municipalidad de Goya, presento en la Ciudad de Buenos Aires la Bandera Gigante de la Prevención contra las Adicciones. Fue en el marco de un Seminario sobre Adicciones, donde los jóvenes goyanos participaron de un panel y comentaron su experiencia, sus trabajos y metodología para la prevención de las adicciones.

Los integrantes de la Dirección de Juventud, junto a Marcos Bassi, titular del área, estuvieron presentes el jueves 6 y viernes 7 en Buenos Aires donde participaron de un encuentro nacional en el que ONGs de todo el país expusieron ante diputados y senadores nacionales sus fundamentos sobre la no despenalización a la tenencia de drogas para uso personal.

En ese marco se exhibió la Bandera Gigante de la Prevención contra las Adiciones confeccionada en Goya. Tiene 400 metros de extensión y en ella 285 instituciones públicas y privadas plasmaron mensajes a favor de la vida, de la concientización y la prevención sobre el uso de los estupefacientes. Es la bandera más grande del país en su tipo.

Esos diferentes mensajes, que hasta la semana pasada unían a toda la ciudad de Goya, ahora también unen a todo un país, dado que las diferentes ONGs e instituciones que participaron del encuentro en Buenos Aires, entregaron a los integrantes de la Dirección de Juventud, un pedazo de tela con un mensaje alusivo.

DE PLAZA DE MAYO AL CONGRESO
Durante la jornada del jueves 6, las instituciones y ONGs que participaron de la movida por el no a la despenalización a la tenencia de drogas para uso personal, junto con miembros de la Dirección de Juventud de Goya desfilaron desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación.

Concluida la pacifica marcha, madres y padres de chicos con adicciones, agradecieron a los jóvenes goyanos por estar presentes en el Encuentro, así como por el trabajo incansable y su predisposición para luchar todos juntos contra este flagelo.

“LA BANDERA GIGANTE YA ES DE TODOS LOS ARGENTINOS”
“Estamos muy contentos de participar de este encuentro nacional, aprender del trabajo que lleva cada una de las instituciones en las provincias y poder transmitir nosotros nuestra experiencia”, expreso a la prensa tras su regreso de Capital Federal, el Director de Juventud, Marcos Bassi.

El joven funcionario sostuvo que “estamos muy orgullosos de que nuestra bandera, la bandera de todos los goyanos, hoy ya es de todos los argentinos. Vamos a seguir en contacto permanente con estas instituciones, para que todos juntos sigamos luchando con esta problemática”.

Marcos Bassi agradeció también “a todas las madres y padres del Paco por el cariño y el buen trato”, y “especialmente a todos los integrantes de la Dirección de juventud por el enorme trabajo”

Fuente: http://www.hoycorrientes.com/vernota.asp?id_noticia=67589

domingo, 9 de octubre de 2011

Alertan sobre los riesgos de la despenalización

lanacion.com Domingo 09 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa

Varios especialistas coincidieron en un fuerte rechazo a los proyectos de ley de despenalización de la tenencia de drogas para consumo personal. En una charla en la Cámara de Diputados, expusieron el titular de la Sedronar, José Granero; el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco; el juez de cámara Claudio Gutiérrez de la Cárcova, el ex secretario antidrogas Ricardo Grimson; el representante argentino ante la OEA, Guillermo Serpa Guiñazú, y el ex ministro de Salud bonaerense, Claudio Mate.

Aunque seis proyectos de ley -promovidos por casi todas las fuerzas políticas- apuntan a la despenalización de la tenencia simple de drogas, el encuentro de los expertos sólo fue escuchado por una diputada: Cynthia Hotton, que había impulsado la reunión. Otros legisladores enviaron a sus asesores.

En opinión de Granero, los legisladores deben considerar los datos de la Sedronar, que "señalan el ingreso cada vez mayor de consumidores de marihuana en centros de tratamiento".

Burzaco, por su parte, trazó el escenario de un narcotráfico que avanza en la Argentina. "Llegó a la etapa parasitaria, en la que el negocio aumenta y empieza a penetrar en la política y en el Estado. El debate de la despenalización no debe tapar lo que ocurre. El consumidor no debe ir preso, pero la Justicia debe actuar."

A criterio del juez De la Cárcova, "hay un desborde de drogas en la Argentina" y expresó su preocupación porque los proyectos legislativos se refieren "a la despenalización de cualquier sustancia". Grimson, que estuvo a cargo de la Sedronar entre 2002 y 2004, pidió que no se elimine de la sociedad "el concepto de riesgo de las drogas. No existe el consumo recreativo", dijo.

En tanto, Mate apuntó a que los diputados escuchen a las madres de los consumidores porque, "de aprobar esta ley, les habrán quitado la mejor herramienta para salvar a sus hij

Las Madres en el Congreso de la Nación

Domingo 09 de octubre de 2011 | Publicado en edición impresa

Adicciones / Radiografía de un fenómeno que preocupa

Drogas: se interna a menos adictos
En siete años cayó 50% la cantidad de personas que la Justicia obliga a tratarse por abuso de sustancias

Por Daniel Gallo | LA NACION



En los últimos siete años disminuyó un 50 por ciento la cantidad de personas que son derivadas por orden judicial a tratamientos por adicciones, tanto de drogas ilegales como de alcoholismo extremo. En el sondeo nacional realizado en centros de atención este año -el anterior se había concretado en 2004-, quedó determinado que las derivaciones por causas legales no alcanzan al 15% de los adictos en recuperación.

Esa situación preocupa a grupos de familiares de adictos, que consideran las internaciones obligadas por la Justicia la única forma de salvar la vida de miles de jóvenes.

"Necesitamos que la sociedad no mire para otro lado. En los juzgados nos rechazan los pedidos de tratamientos, obligan a nuestros hijos a morir en los pasillos", dijo Graciela Izquierdo, que forma parte del grupo Hay una Esperanza, organización de madres que trabajan en la villa 1-11-14 en el Bajo Flores.

Según las agrupaciones unidas en la Red de Madres y Familiares de Víctimas de las Drogas, la despenalización de hecho de la tenencia de estupefacientes y la reciente ley de salud mental (N° 26.657), que entiende como un recurso excepcional las internaciones compulsivas, forjaron condiciones negativas para la recuperación de los adictos.

"Sólo perpetúan en el tiempo a los clientes del narcotráfico", definieron en un documento presentado el jueves pasado en el Congreso, en una jornada organizada por la diputada Cynthia Hotton (Valores para mi País).

Un magistrado dio la razón a las madres que reclamaron una mayor presencia judicial para atender las adicciones. "Entre la tolerancia social que se ha instalado por desconocimiento y las trabas de la ley de salud mental se van a morir medio millón de chicos si no se cambia a tiempo", dijo Claudio Gutiérrez de la Cárcova, integrante del Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 2.

Son más de 21.000 personas las tratadas por adicciones en la Argentina. La Sedronar realizó un relevamiento en los 530 centros de atención reconocidos y se determinó que el 58% de los pacientes (unos 12.000) son tratados por consumo de cocaína, marihuana y paco.

El sondeo permitió al Observatorio de Drogas determinar, además, que más de la mitad de las personas en tratamiento tienen historias de policonsumo, con el uso de al menos tres sustancias ilegales. Esa referencia no incluye al tabaco ni al alcohol; este último está presente además en casi la totalidad de los pacientes.

Tolerancia social

Otras 2229 personas son ayudadas por su adicción a la marihuana. "Es una tendencia en alza la atención de pacientes por adicción sólo a la marihuana", indicó José Granero, titular de la Sedronar. Agregó que el organismo deriva $ 26 millones a los tratamientos. "Aquello que toleramos ingenuamente como sociedad lo pagamos en asistencia", agregó.

Ese grupo de consumidores de marihuana representa el 10% de los pacientes -al incluir a las personas atendidas por adicciones al alcohol, tabaco o psicofármacos de uso legal-, sólo superado por el 38% que está en tratamiento por cocaína (8073 personas) y el 20%, por alcoholismo (4362). Son 1938 personas las atendidas por fumar paco.

Otros informes oficiales recientes indican que la marihuana tiene una alta tolerancia social, situación que contribuye a fomentar su consumo. La última encuesta nacional de consumo de drogas (2010) estableció que unas 640.000 personas (3,7% de la población entre los 16 y 65 años) fuman marihuana. La cantidad de consumidores cotidianos de marihuana se duplicó desde 2004.

La información obtenida en los lugares de asistencia a adictos por el Observatorio de Drogas de la Sedronar permitió trazar un perfil del consumidor más problemático. "El 96,1% de los pacientes que se iniciaron en el consumo con marihuana lo hicieron antes de los 20 años, con una edad promedio de 14 años. El 47,8% de estos pacientes consumía diariamente marihuana antes de iniciar el tratamiento y el 17,3% lo hacía varias veces por semana", se explicó en el informe finalizado el mes pasado.

Es baja la relación entre consumidores fuertes de drogas, legales o ilegales, y aquellos que llegan a los centros de tratamiento. Por caso, la encuesta nacional de 2010 apunta a que más de un millón de personas tienen claros síntomas de alcoholismo. Y sólo 4362 están en centros de atención especializada por ese motivo.

La incidencia que en el universo de pacientes tienen los casos judicializados y los vinculados con la pobreza o marginalidad es baja. Se tomaron en cuenta hospitales generales, psiquiátricos, centros especializados y comunidades terapéuticas, tanto del sector público como del privado. Sólo el 15% de los pacientes llegó al tratamiento por orden judicial, mientras que el 6% vive en asentamientos o en la calle.

Las adicciones, en tanto, aparecen como un flagelo difícil de superar, ya que el 48% de quienes están en la actualidad en tratamiento ya pasaron por etapas similares en su vida. La gran mayoría (67%) se trata en centros del sector público. Las internaciones alcanzan a 4951 personas.

Prácticamente todos los pacientes son varones (casi 90%), pese a que en las encuestas nacionales de consumo de drogas las cifras de abuso de sustancias son similares en hombres y mujeres..